Rosa es venezolana, fue asaltada por un “moto choro”, en Octubre 2024, en la zona del Parque O’Higgins.
Edwin es venezolano, le robaron su celular, en Noviembre 2024, en la comuna de Estación Central.
Luis es colombiano, tuvo que esconderse durante un asalto, en una caseta de un condominio, en La Florida
¿Qué tienen en común Rosa, Edwin y Luis?
Fueron asaltados mientras realizaban sus trabajos, que están relacionados al rubro inmobiliario.
Estos son casos reales.
En tan solo 6 meses, tuvieron que cambiar su rutina diaria y su empleador tomar medidas para aumentar su seguridad, además de compensarlos económicamente.
En primer lugar, los corredores de propiedades evitan “mostrar” propiedades en zonas conflictivas en las tardes.
Por ejemplo, si tienen que mostrar una propiedad en Independencia o Estación Central, lo harán en las mañanas o máximo hasta cuatro de la tarde. Aunque eso signifique mas demora en arrendar, ya que los interesados generalmente pueden después de su trabajo.
Lo mismo para el personal de aseo y mantención. Parten muy temprano trabajando, para poder regresar a sus hogares antes de las cinco de la tarde. Ya es impensado para ellos volver “de noche”.
No solo la rutina de los trabajadores del rubro inmobiliario se ve afectada, sino que también las decisiones de arriendo y compra.
El principal problema es la disminución de la plusvalía y los canón de arriendo de las comunas más afectadas, que son Estación Central, Independencia y ciertas zonas de Santiago Centro.
Estas comunas venían con excelentes plusvalías en los últimos 10 años, pero desde Octubre del 2019, han sido fuertemente afectadas, tanto por la delincuencia como por el comercio ambulante.
Por ejemplo, en Estación Central, zona Metro San Alberto Hurtado, donde hay mucha oferta, el valor de arriendo de un estudio en Marzo 2021 era de $300.000 y hoy es $240.000, es decir, una disminución de un 20%, en solo 4 años.
Por otra parte, si bien nadie se ve beneficiado por la delincuencia, existen desplazamientos de arrendatarios, hacia comunas “más seguras”, tales como La Florida, San Miguel y Macul y, los con mayor capacidad financiera, Providencia y Ñuñoa.
El inversionista inmobiliario también cambió sus preferencias, ahora busca proyectos que brinden mayor seguridad, por ejemplo condominios versus casas aisladas, y a su vez, que se encuentren a poca distancia del metro y en sectores con buena iluminación en las noches.
En primer lugar, las inmobiliarias privilegian ubicaciones que más seguras.
Hoy para las inmobiliarias, es poco atractivo desarrollar proyectos en "las próximas comunas emergentes", alejado del metro, cercano a poblaciones, en barrios con altos índices de delincuencia, ya que presentan un alto riesgo comercial, son más difíciles de vender, especialmente en la etapa “entrega inmediata”.
Por ejemplo, lo que sucede actualmente en Renca.
Una comuna con mucha población, vecino de Independencia y Santiago Centro, que en 2 años más recibe por primera vez el Metro (la Línea 7 que une Renca con Vitacura), hoy tiene un nulo desarrollo inmobiliario.
Hace 5 años hubiese sido un boom, como en su minuto lo fue La Cisterna.
Adicionalmente, un inversionista, sin lugar a dudas, considerará el factor delincuencia a la hora de agendar una visita a un proyecto inmobiliario de estas características. Lo más probable es que realice la visita en la mañana y no después de su trabajo.
El costo de una alta delincuencia es altísimo.
Por una parte, existe el costo directo de combatir la delincuencia, que, en Chile, según un estudio de Horizontal, se estima un 2.6% del PIB, y por otra parte, el retraso y postergación de inversiones, se destina menos tiempo a actividades al aire libre, baja el turismo nacional e internacional y se limitan las salidas a malls, pubs y restaurantes, entre otros.
Desde el punto de vista de un inversionista inmobiliario, se debe favorecer proyectos que cuenten con todas las medidas de seguridad, buenas ubicaciones, idealmente cercano a comisarias y metro, en zonas con buena iluminación y que el edificio cuente con la mayor cantidad de amenidades, tales como salas gourmet, piscina y gimnasio, ya que los arrendatarios pasarán más tiempo en sus casas.
Por otra parte, el inversionista inmobiliario debería revisar los protocolos de seguridad de la administración del edificio, y verificar las pólizas de seguros.
En Westay contamos con medidas de seguridad para nuestro equipo de administración de propiedades.
Además, en el último año, hemos reforzado la seguridad de los condominios que administramos ( www.condominiosimple.com).
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